lunes, 24 de marzo de 2014

citricos para destruir bacterias




Las pepitas de pomelo destruyen bacterias, virus y hongos

El extracto de pepitas de pomelo es eficaz para combatir unos 800 tipos de bacterias y virus así como un centenar de hongos además de gran número de parásitos unicelulares. Sin efectos secundarios ya que para ser tóxico se nececlear e inmunólogo aficionado a la jardinería dotado de una excepcional capacidad de observación le debemos el descubrimiento del germicida natural más completo de cuantos se conocen y que, además de carecer de efectos secundarios, aporta nutrientes tan interesantes como vitaminas y bioflavonoides. Un producto, en fin, que puede ayudar a prevenir y tratar numerosas patologías.sitaría ingerir 4.000 veces la dosis terapéutica. Es más, es hipoalergénico (salvo para las personas alérgicas a los zumos de frutas) y aumenta notablemente las defensas del sistema inmunitario. Incluso preserva la flora bacteriana ya que elimina las levaduras responsables de la fermentación y otros agentes patógenos.

El extracto de pepitas de pomelo sigue sorprendiendo a los científicos por sus interesantes propiedades terapéuticas. Su descubridor fue el doctor Jacob Harich, un eminente físico e inmunólogo nacido en la antigua Yugoslavia pero que residió en Estados Unidos sus últimos cuarenta años de vida y que hacia 1980, ejerciendo su faceta de jardinero aficionado, observó un día que en el compost que utilizaba para sus plantas había semillas de pomelo que no se habían podrido. Intrigado, empezó a investigar hasta llegar a la conclusión de que los componentes de esas pepitas poseen propiedades germicidas.

Afortunadamente -y al contrario de lo que ocurre en muchos otros casos- sus postulados fueron escuchados y tenidos en cuenta por otros investigadores. De hecho, a partir de la década de los 90 del pasado siglo XX muchos médicos y terapeutas estadounidenses empezaron a investigar y a utilizar extracto de semilla de pomelo para tratar a sus pacientes y algunos -como el doctor Allen Sachs- llegaron a la conclusión de que se podía estar ante el más poderoso antibiótico natural conocido (vea el recuadro adjunto). Esto hizo crecer de tal manera el prestigio internacional del doctor Harich que un año antes de su fallecimiento -acaecido en 1996- fue invitado de honor del Instituto Pasteur de París que desde entonces investiga las posibilidades de las pepitas de pomelo para tratar el SIDA con resultados muy esperanzadores.

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